Simbolizó la democracia
Y la honestidad política
Dr. Javier Pérez de Cuellar
Ex secretario General de las Naciones Unidas
Recuerdo que en alguna ocasión escribí, refiriéndome a Fernando Belaunde Terry, lo honroso y grato que habrá sido para él ingresar a nuestra historia como el gobernante que durante diez años simbolizó la democracia, la honestidad política y personal así como la total entrega al desarrollo de su patria.
En efecto, en las lamentables alternancias entre democracia y autoritarismo que han caracterizado los casi dos siglos de nuestra República, destacan los gobiernos de Fernando Belaunde Terry por sus orígenes indiscutiblemente democráticos, por su marcada eficacia, por la tolerancia respecto a todos los sectores políticos, lo que bien correspondía a su personalidad, tanto en lo humano como en lo político. Fue, en efecto, característico ejemplo del respeto absoluto de los derechos humanos durante sus dos períodos gubernamentales y lo mostró especialmente al comienzo de su segundo gobierno, con la devolución de la prensa a sus legítimos dueños. Con ellos se reinició el retorno a nuestro pueblo del poder que le había sido arrebatado por un régimen de facto
Nunca usó demagógicamente su carisma indiscutible; por el contrario, fue un jefe de estado sin arrogancia no autoritarismo, proverbialmente accesible a todos los peruanos.
No podría dejar de hacer una referencia personal: mi reconocimiento por su eficaz y constante apoyo en más de una ocasión y sobre todo a mi elección, en diciembre de 1981, como secretario general de las naciones Unidas y por la cordialidad de San Isidro en las que compartíamos, hasta poco antes de su desaparición, nuestra común preocupación por la suerte de nuestro país, entonces aún incierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario