El Académico
Quizá la expresión más sublime en el ejercicio de la docencia es enseñar a aprender, enseñar a construir, enseñar a participar, enseñar a ser responsable. Uno de los puntos más elevados de este enunciado en la vida del docente Fernando Belaunde fue haber organizado y encargado a unos treinta alumnos de la carrera de ingeniería civil de la Universidad Nacional de Ingeniería, organizados en equipos, el estudio de una zona de la selva alta, por donde pasaría la carretera Marginal de la Selva.
Fue docente en la Pontificia Universidad Católica del Perú y luego de la escuela de Ingenieros, hoy Universidad Nacional de Ingeniería, donde se desempeñó como jefe del entonces Departamento y Decano de la facultad de Arquitectura. En su exilio también ejerció la cátedra en las Universidades de Miami, Harvard y Stanford de Estados Unidos de Norteamérica.
He aquí a Belaunde en su faceta de profesor desde la perspectiva de la Dra. Ilse Wisotzki y el doctor Augusto Ferrero, en el acto académico de otorgamiento del grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Lima (15 de Noviembre de 2001). Y en el recuerdo de Edmundo del Águila Morote, ex secretario General de Acción Popular y actual Vicerrector de la Universidad San Ignacio de Loyola.
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