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LONDRES. Anelka revive en su segunda o tercera juventud. El delantero francés del Bolton se comprometió ayer hasta junio de 2012 con el Chelsea, el todopoderoso club que dirige Roman Abramovich. El Bolton había rechazado una primera oferta del Chelsea de 14, 5 millones de euros, pero el magnate ruso tiene el dinero por castigo y se ha quedado con el atacante de 28 años por 20 millones.
Anelka aterriza en el Chelsea en un momento en que su delantero estrella, Didier Drogba, se ha marchado para disputar la Copa de Naciones de Asia con Costa de Marfil.
Nicolas Anelka llegó al Bolton el pasado verano procedente del Fenerbahce turco. Es el séptimo club del francés errante. Empezó en el Paris Saint Germain, y siguió en el Arsenal y Real Madrid, regresó al Paris Saint Germain, jugó en el Manchester City, el Fenerbahce, el Bolton y el Chelsea.
Por otra parte, el Bayern Múnich dio un golpe sorpresa con el fichaje del ex seleccionador Jürgen Klinsmann, que asumió el desafío de imponer su sello al club bávaro y no someterse ni a su «staff» ni a la presión mediática.
«Klinsi», como se le llama en el país, sucederá a Ottmar Hitzfeld a final de temporada con un contrato hasta julio de 2010, lo que para el ex jugador significa colocarse «en el non plus ultra» del fútbol mundial.
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